May 25, 2008

NOTAS SOBRE LA ORTOGRAFÍA



INTRODUCCIÓN
La ortografía podría definirse corno un convenio entre los hablantes de una lengua para escribir las palabras que la constituyen de acuerdo con una clave determinada.
La ortografía no se dedica exclusivamente a determinar el empleo correcto de las palabras y letras, sino a la vez e! empleo de acentos, mayúsculas, minúsculas y distinguir cuando y donde utilizar las diferentes reglas fundamentales que se tratarán en este manual, por lo tanto es importantes que el alumno tenga la buena costumbre de consultarlas cuando redacte algún escrito, o en este caso sus informes bimestrales del Servicio Social.
El propósito es combinar letras, palabras, frases, oraciones y párrafos de tal forma que todo lo escrito quede correlacionado y sea comprendido con facilidad por cualquier persona que lo lea.
De la misma forma que la redacción, ambos son habilidades básicas que permiten desarrollar en la mente una competencia en el manejo de la lengua escrita.
Lo anterior quiere decir que e! redactar consiste en escribir un hecho, una idea, un juicio. Los alumnos desarrollan la habilidad de expresar mejor y más ordenadamente, de esta forma ejercitan su ortografía y escritura.
QUE ES ORTOGRAFÍA
Es la parte de la gramática que se ocupa de la manera correcta de escribir las palabras.
El principal uso del idioma es la comunicación, y para poder comunicarnos efectivamente, es necesario que elaborarnos tos mensajes de manera correcta y comprensible.
La disciplina que nos enseña a ordenar en forma lógica estas oraciones es la gramática. Así mismo, existe otra rama que nos ayuda a comunicarnos mejor: la ortografía.
Gracias a ella, podemos utilizar bien el lenguaje, que en nuestro caso es el español de Chile, también llamado castellano, por lo tanto, estudiaremos la ortografía del castellano.
ORIGEN DE LA PALABRA
La palabra ortografía viene del griego orthos, que quiere decir correcto, y de grapho, que significa escribir. Así, tenemos que ortografía quiere decir escribir correctamente. Tal como debernos hacerlo cuando hablarnos, de escribir, hay que tener en cuenta que existe una manera correcta para utilizar las palabras. A eso nos enseñar la ortografía: a escribir bien, a fin de que podamos comprender mejor, y nuestros receptores comprendan los mensajes.
ALFABETO Y FONÉTICA
La escritura alfabética es en su origen una escritura fonética, aunque no existe alfabeto alguno que sea una representación exacta de su lengua. Incluso en el caso del español que es junto al Alemán una de las que mejor representa su fonética, existen 28 letras para representar 24 fonemas básicos. Esto demuestra que un sólo fonema puede escribirse con más de una letra, cómo el palatal ¡y!, que se puede escribir según las normas ortográficas con la letra y lo! con el dígrafo II; el fonema velar /x/ , que se escribe por medio de las letras G o J (en México también x); o el fonema IsI que para los latinoamericanos en general' se escribe con las letras c, s y z., y en algunas palabras de origen náhuatl con la letra x..
En otras lenguas el desajuste entre la fonética y la ortografía es mayor, como por ejemplo en el, caso del inglés, donde sólo un 25% de las palabras se escriben siguiendo una adecuación fonética. Además, hay que tener en cuenta que la pronunciación de una lengua varía de forma notable tanto en el espacio, por lo que aparecen los dialectos, como en el tiempo. Por otro lado., algunas normas ortográficas son de origen gramatical y no fonético como por ejemplo el escribir con mayúscula cualquier nombre propio, o escribir n ante f o v. Esta exigencia gramatical se aplicará incluso a los neologismos que puedan entrar en la lengua. Con respecto al uso de las mayúsculas, en la lengua alemana éstas son normativas también para los nombres comunes. En el campo de la creación “literaria surgen “heterodoxos» de la escritura como Be Breacht, quien escribe su Diario de trabajo usando sólo minúsculas. En España, Juan Ramón Jiménez propuso, usar sólo la j para representar el fonema,
ORTOGRAFÍA Y LENGUA COMÚN
La ortografía no es un mero artificio que pueda modificarse con facilidad.
Un cambio ortográfico representa una alteración importante para una lengua.
La ortografía es el elemento que mantiene con mayor firmeza la unidad de una lengua hablada por muchas personas originarias de países muy alejados. Esto ocurre con el español, el árabe, el inglés o el francés, por poner algunos ejemplos.
Si la ortografía cambiara para ajustarse sólo a criterios fonéticos, el español podría fragmentarse en tantas lenguas como, regiones del mundo donde se habla, pues poseen algunos hábitos articulatorios diferentes y, si se representaran en la escritura, aparecerían con el paso del tiempo graves problemas de incomunicación por falta de código común comprensible para todos.
La ortografía no es sólo un hecho estrictamente gramatical, sino que también obedece a motivos claramente extralingüisticos.
ETAPAS DEL ESPAÑOL ESCRITO
En la escritura del español, se observan tres grandes etapas, que coinciden en términos generales con los tres momentos de su evolución histórica.
Los primeros documentos que se escriben en castellano no se ajustan a una única norma ortográfica, porque no existía, pero a partir del reinado de Alfonso X sí se detecta una cierta uniformidad; ésta es quizás la escritura más fonética de la historia del idioma, porque intenta reproducir las creaciones recientes de una lengua que pugna por ocupar el lugar del latín como Lengua culta. Por ejemplo, en esta gráfica medieval tienen su lugar consonantes hoy desaparecidas: ss, que correspondería a un sonido sordo de (s) en posición intervocálica, c para un sonido (ts), que desapareció siglos después y algunos otros.
En el siglo XV Nebrija escribe su Gramática de la lengua castellana y fija en ella la primera norma ortográfica que reproduce y retoca el humanista Gonzalo Corres en el siglo XVU, estipulando que la diferencia entre b y y es sólo ortográfica pero no fonética. De acuerdo con ella, se publican y editan los textos del siglo de Oro.
Los cambios fonéticos de la lengua hablada, que se habían iniciado con el desarrollo y expansión de la lengua española por el mundo, habían concluido y é' hacía necesaria una nueva norma ortográfica que los fijara y divulgara a regiones tan extensas como alejadas por esta razón en 1741 la Real Academia, Española publica la Orografía (en la segunda edición, de 1752: Ortografía) que permanece prácticamente en vigor hasta el siglo XX.
En el año 1959 la Academia. Publica las Nuevas Normas de Prosodia y Ortografía que se distribuyen por las estaciones de radio, por las redacciones de los periódicos y se pactan con las otras academias de la lengua del continente americano, lo que garantiza su cumplimiento y asegura un único criterio para la lengua literaria impresa, Aquí reciben el mismo tratamiento las normas referidas a la escritura.
En 1999, la Real Academia Española publica la Ortografía de la lengua española, edición revisada por las diferentes academias de la Lengua. Entre otras novedades de esta edición, se encuentra la que admite no acentuar gráficamente formas verbales como “fie”, “hui”, “rials” y en sustantivos como “guión” o “Sion”. La razón es que, aunque la pronunciación parezca indicar hiato, en realidad se trata de diptongos o triptongos y, por tanto, responden a la norma general acerca de la acentuación de los monosílabos. •La observación no excluye mantener las reglas, dé ortografía anterior a estas, si quien escribe nítidamente, el hiato y, en consecuencia, considera bisílabas palabras como las mencionadas.

HISTORIA DEL ESPAÑOL

Sobre la lengua española
LA EVOLUCIÓN EN LOS ÚLTIMOS CINCO SIGLOS

Por Sergio Zamora

La publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos, establece la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma. A esta época pertenecen el cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español.

Desaparece la aspiración de la h, cosa que testimonia la versificación. Se funden en un único fonema la s sonora y sorda, prevaleciendo el valor sordo. Las consonantes ç y z pasan a ser el fonema fricativo (con pronunciación equivalente a ts) que se escribirá ç durante el siglo XVI y pasará a tener el valor de la z (con su pronunciación actual) en el siglo siguiente, con lo que de esta manera se resolvió la vacilación ortográfica c, ç, z. Las variaciones fonéticas que representaban x, g, j, se solucionaron también en favor del sonido velar fricativo sordo que en el XVII pasa a tener la pronunciación y grafía actuales de g y de j.

Desapareció asimismo la distinción -b-, -v- que se neutralizó en -b- durante el siglo XVI. En la morfología aparecieron los tiempos compuestos de los verbos, y se convierte en auxiliar el verbo haber. En la sintaxis el orden de los elementos de la oración se hace más rígido, y se anteponen los pronombres átonos a infinitivos y gerundios.

Desde el punto de vista del léxico adquirió una gran cantidad de neologismos, pues a estos momentos correspondió la expansión de Castilla y, por lo tanto, el contacto con otras culturas. Consiguió consolidarse como lengua dominante frente a otros dialectos peninsulares al llevarse a cabo la unidad política de Castilla y Aragón y ser el castellano la lengua de los documentos legales, de la política exterior y la que llegó a América de la mano de la gran empresa realizada por la Corona de Castilla, ya fijada en la gramática normativa de Nebrija. A partir de los primeros momentos del siglo XVI se prefirió la denominación de española para la lengua del nuevo imperio, y la preocupación de los intelectuales del momento se refleja en la enorme tarea de sistematizarla, analizarla y divulgarla.

Lo demuestran la publicación del gran Diccionario de Alcalá, obra de la Universidad Complutense creada por Cisneros; la aparición de la Minerva de Francisco de las Brozas, conocido por El Brocense, que es una gramática normativa y descriptiva más moderna que la realizada por el grupo francés de Port Royal, y, a principios del siglo XVII, la publicación del Tesoro de la lengua castellana o española (1611) de Sebastián de Covarrubias, primer diccionario de la lengua, que contiene cuanta información histórica y sincrónica había disponible en el momento de su publicación.

En Francia, Italia e Inglaterra se editaban gramáticas y diccionarios para aprender español, que fue la lengua diplomática hasta la primera mitad del sigloXVIII. En esta etapa de la lengua se llegó al esplendor literario que representan los autores del siglo de oro. El léxico incorpora palabras originarias de tantas lenguas como contactos políticos tenía el imperio. Del italiano entran en el español desde el sigloXV al XVII los nombres de la métrica y preceptiva literaria como soneto, asonante, silva y lira, palabras relacionadas con las bellas artes como fachada, escorzo, medalla, piano.

De otros campos léxicos son italianismos de la época centinela, alerta, escopeta, aspaviento, charlar, estropear y muchas más. Son galicismos paje, jardín, jaula, sargento, forja o reproche. Los americanismos, que comienzan a entrar en el sigloXVI, ofrecen una lista referida a las realidades que en Europa no se conocían y que son españolismos tomados por las lenguas europeas como patata, cóndor, alpaca, vicuña, pampa, puma, papa (denominación afincada en Canarias para patata), que proceden del quechua y el guaraní. Los términos más antiguos, como canoa, ya citado en el diccionario de Nebrija, proceden de los arawak. A este conjunto pertenecen huracán, sabana, maíz, cacique, colibrí, caribe, enagua y caníbal. De la familia de lenguas náhuatl habladas por los nahuas, se incorporan hule, chocolate, tomate, cacao, aguacate y petate.

El español contemporáneo

En el año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma y sancionar los cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos, siguiendo unos criterios de autoridad. En esta época se había terminado el cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de tiempos simples y compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del siglo XX.

Los pronombres átonos ya no se combinaban con las formas de participio y, gracias a la variación morfológica, los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy diversas con una gran variedad de los estilos literarios, desde la mayor violación sintáctica que representan el barroco del siglo XVII, los poetas de la generación del 27 y el lenguaje publicitario, hasta la imitación de los cánones clásicos, también violentadores del orden del español, que incorporaron los neoclásicos o los primeros renacentistas.

Coincidiendo con otro momento de esplendor literario, el primer tercio del siglo XX, aparecieron las nuevas modificaciones gramaticales que aún hoy están en proceso de asentamiento. De ellas cabe citar: la reducción del paradigma verbal en sus formas compuestas de indicativo y subjuntivo, la sustitución de los futuros por perífrasis verbales del tipo tengo que ir por iré, la práctica desaparición del subjuntivo, la reduplicación de los pronombres átonos en muchas estructuras oracionales y con verbos de significación pasiva, que están desarrollando una conjugación en voz media como en le debo dinero a María; la posposición casi sistemática de los calificativos, la reducción de los relativos, prácticamente limitados a que y quien en la lengua hablada.

Junto a ello, la irrupción continua de neologismos, que nombran innovaciones técnicas y avances científicos, tiene dos momentos: los anteriores a la mitad del presente siglo, que contienen raíces clásicas como termómetro, televisión, átomo, neurovegetativo, psicoanálisis o morfema, y los neologismos apenas castellanizados, siglas y calcos del inglés y fruto de la difusión que de ellos hacen las revistas especializadas, la publicidad o la prensa, como filmar, radar, módem, casete, anticongelante, compacto, PC, o spot.