October 13, 2006

DECÁLOGO DE LA REDACCIÓN



DECÁLOGO DE LA REDACCIÓN

Existen muchas recomendaciones para escribir,y esta página recién calienta motores para brindar la información necesaria. Por lo pronto, aqui les va este decálogo que recogí por allí.


Aunque la forma de redactar es muy personal, cabe señalar algunas normas o sugerencias, tales como:

1.- Utilizar palabras sencillas que puedan ser comprendidas por todos.

2.- Sustituir los párrafos largos por frases cortas, claras y sencillas.

3.- Evitar las frases hechas, las muletillas y los términos arcaicos.

4.- Utilizar un verbo simple (avisar, cursar), en lugar de la combinación de verbo más sustantivo (dar aviso, dar curso).

5.- Evitar las frases como "el objeto de" y "a tenor de" y emplear una palabra más sencilla, como "para" y "según".

6.- En las solicitudes y escritos administrativos, evitar los tratamiento grandilocuentes, como "Ilmo. Sr. Director General" y emplear fórmulas más sencillas, tales como "Sr. Director General".

7.- Sustituir la ambigüedad de las ideas por afirmaciones concretas y precisas.

8.- Evitar las formas verbales en primera persona. Sustituir "yo acuerdo que..." por "esta Dirección General ha acordado... Otro ejemplo: cambiar "lo que le notifico..." por "lo que le notificamos..."

9.- No utilizar, siempre que sea posible, el modo imperativo. En su lugar usar términos como solicitar, sugerir o pedir.

10.- Evitar el uso de formas arcaizantes como:
-Las reclamaciones que "hubieren sido" presentadas... por: Las reclamaciones que "hayan sido" presentadas...
-Si así no lo "hiciere" se archivará su solicitud... por: ...si así no lo "hace" se archivará su solicitud.

October 07, 2006

La lectura y el universitario


¿Baja lectura y escritura
en la universidad?


Por: Doria Constanza Lizcano

Es natural pensar que existen dificultades para la lectura y la escritura en niveles básicos y medios de la educación, pero en la universidad es algo que no se espera. A continuación, una panorámica de este problema y las observaciones que han hecho algunos expertos al respecto.
Se supone que tras diez o más años de práctica escolar primaria y secundaria cualquier estudiante universitario estaría en capacidad “mínima” de enfrentarse a interpretar y plasmar en un texto “cualquier idea, cualquier argumento”, con la soltura necesaria y requerida; pero aquello que resulta, a simple vista, sencillo, no lo es tanto; ya que se observa que estos tienen bajos niveles de comprensión, que están entendiendo un texto como un niño de siete años, que hacen lecturas parciales y atomizadas, que no dan cuenta de las ideas de un texto y manejan un léxico pobre en su entorno cotidiano. En fin, una serie de dificultades que enciende todas las alarmas para preguntarse el por qué de tantas dificultades, pero sobre todo, qué se está haciendo desde las universidades para fomentar una cultura de la lectura y escritura.
En el caso de la lectura de acuerdo con un estudio revelado por Manuel Ramírez, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas y coordinador de Investigaciones de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario sobre el comportamiento lector en Colombia en el año 2000 se registró un 67% de personas -mayores de doce años- que leen dos libros al año, un 26% que no leen y un 2.9% que aún no saben leer. Frente a este panorama, que a simple vista se ve poco alentador el asesor del Cerlalc (Centro Regional para el fomento del libro en América Latina y el Caribe) y Director del Departamento de Gramática de la Universidad Sergio Arboleda Carlos Sánchez Lozano asegura que se está viendo una tendencia en universidades con estudiantes no lectores, docentes no lectores, pero lo más grave de ello es que "una sociedad que no le pide cuentas a la educación pública y privada sobre la calidad de la lectura y escritura que está enseñando". Para Sánchez Lozano, esto afecta significativamente el desempeño académico de una universidad, “porque implica ir reduciendo la complejidad de esos textos para que sean comprendidos, eso afecta, la información de calidad ya que el profesor por ningún motivo puede usar el lenguaje de la televisión”. Adicionalmente, dentro de los estudios que el Departamento de Gramática ha revelado se encuentra que los estudiantes vienen muy mal preparados del colegio en lectura y escritura. El 80% de los estudiantes tienen graves falencias ortográficas, presentan errores comunes de puntuación y tardan más de dos horas en realizar un texto de una página. El 70% no entienden la idea global de un texto y el 90% tienen problemas con el léxico y conceptos de un texto. Además, se detecta gran predominio del lenguaje oral en sus escritos, es decir, escriben como hablan; y, en general, perciben el libro de manera enemistosa y al ejercicio de leer como algo complicado y tedioso. “Hay estudiantes que atraviesan cuatro años de carrera sin haber escrito de manera autónoma un solo ensayo, y esto es un indicador para nosotros de que un estudiante medio investigó algo”, enfatiza Sánchez Lozano. ¿Tecnologías que embrutecen?Aunque hasta el momento no hay estudios que relacionen los bajos niveles de lectura y deficiente escritura con el uso de la Internet y las nuevas tecnologías, algunos se espantan con el lenguaje oral utilizado por los jóvenes en el Chat y trasladado a la escritura. Para Alvaro Lizarralde docente de la Facultad de Comunicación social de la Universidad Jorge Tadeo Lozano "Los jóvenes universitarios recurren a otros medios paralelos, que no son justamente los libros, para obtener la información que no lograron comprender de esos textos leídos". Frente a este aspecto el problema recurrente resulta ser el plagio, debido a que el acceso a la información de manera ilimitada, la poca instrucción de cómo referenciar estos datos, el poco tiempo con que cuentan y sus deficiencias, hacen que el copy paste se convierta en la herramienta que salve una materia y hasta un semestre. Por un momento se pensó que el uso de la Internet iba a fortalecer la cultura escrita, pero se observa en estas comunicaciones un lenguaje empobrecido, de una gran simplicidad y con pocas intenciones de innovar. ¿Qué pueden hacer los estudiantes? En el caso de la lectura hay que tener claro que ésta tiene un valor importante para cualquier persona, para que participe en una conversación, para tener una comprensión de la realidad, para tener un referente, para aprender a investigar y tener un nuevos conocimientos. Expuestas las dificultades se sugiere tener en cuenta algunas estrategias para enfrentar el problema y contribuir significativamente el mejoramiento de la interpretación de los textos y la escritura.

• Fortalecer hábitos que refuercen la lectura y la escritura
• Disfrutar de manera moderada el uso de las nuevas tecnologías
• Participar de actividades creativas culturales
• No despreciar los libros por contener temas ajenos a los intereses
• Realizar frecuentemente lectura de estudio con diccionario en mano
• Identificar pequeñas unidades de sentido en los textos leídos
• Elaborar oraciones sencillas y simples para ir superando las dificultades
• Tener clara la intención comunicativa a la hora de escribir
• Realizar un bosquejo del orden que se va a seguir
• Exigir el cumplimiento de los programas de lectura y escritura en las universidades
• Pedir a sus docentes explicación y asesoría en la elaboración de los textos.
• Los docentes deben fomentar las habilidades lectoras y escritas en todas las asignaturas y en todos los programas.
• Fortalecer la cultura escrita para saltar con éxito a la audiovisual

October 03, 2006

Newton, la gravedad y el silabeo


Newton, la gravedad y el silabeo


La ley de la gravedad

Sir Isac Newton en 1687 publica su Philosophiae Naturalis Principia Matemática, libro en el cual condensa sus descubrimientos en los campos de la física y el cálculo matemático. Uno de sus principales postulados fue el establecer que la fuerza gravitatoria entre la Tierra y la Luna es directamente proporcional al producto de las masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, multiplicando el cociente resultante por una constante llamada “constante de gravitación universal”. Sin embargo, Newton no solo se limitó a esbozar una fórmula, sino que convirtió esta ecuación, al generalizarla para todos los cuerpos del universo, en la “ley de la gravitación universal”. Esta establece que todo cuerpo que se encuentra en un “campo gravitatorio” se ve sometido a la fuerza de la gravedad, la cual le imprime una aceleración. Esta haría que un cuerpo de masa inferior sea atraído por otro cuerpo de masa superior, inevitablemente.

Tal vez Newton no imaginó que el silabeo tenga como principio esta ley. Solo que en lugar de cuerpos de masas inferiores o superiores tenemos sonidos, pues el silabeo es ante todo de naturaleza acústica y no como se suele catalogar cuestión de grafías, es decir, de naturaleza visual. Entonces, debemos clasificar los sonidos. Entenderemos sonidos inferiores a las 19 consonantes o fonemas consonánticos, y llamaremos sonidos superiores a las 5 vocales o fonemas vocálicos. La fonología los incluye dentro de los fonemas segmentales, y los divide a su vez en independientes (vocales) y dependientes (consonantes). Esta división se realiza con el criterio más importante en el silabeo: la capacidad exclusiva de las vocales de ser núcleo de sílaba.

Gravedad y sílabas

Cuando deseemos dividir en sílabas a una palabra recordemos la ley de gravedad de Newton antes mencionada. Recordemos: los cuerpos inferiores son atraídos hacia los cuerpos superiores inevitablemente. Es decir, las consonantes serán atraídas por las vocales inevitablemente. Por ejemplo,

Demostrar : dE mOs trAr

Capacidad : cA pA cI dAd

En estas palabras, las vocales ejercen “una fuerza gravitatoria” en las consonantes cercanas de tal manera que estas se unen a sus respectivos núcleos formando una sílaba. Inténtalo con las siguientes palabras: vergel, azúcar, ayúdame, palpitar, búsqueda, altitud, etc.

Sin embargo, sabemos que las palabras no siempre serán tan simples como las anteriores, es decir, palabras que presenten una vocal por sílaba. Es más, ¿qué sucede con esas palabras que tienen dos vocales por sílaba (dioses, huida, Paola, grúa), o con las que tienen tres (estudiéis, Paraguay), o con las de cuatro (oíais) o cinco (reoíais)?, ¿qué sucede con los tan incomprensibles diptongos, triptongos o hiato? En estos casos, esta ley se deberá aplicar en un segundo nivel. Es decir, los cuerpos inferiores y superiores serán las vocales.

Diptongo y triptongos: una misma lógica

El elemento común de estos dos fenómenos acústicos es la unión. Ya sea de dos sonidos vocálicos (diptongo), ya sea de tres (triptongo). La ley de la atracción de los cuerpos inferiores hacia los cuerpos superiores también es posible aplicarla en estos casos. Solo que haremos la siguiente equivalencia: cuerpos inferiores igual a vocales débiles (i, u); cuerpos superiores igual a vocales fuertes (a,e,o). Los sonidos fuertes siempre atraerán a los sonidos débiles, inevitablemente.

Por ejemplo

1) Dioses : diO ses
2) Maullar : mAu llar
3) Piano : piA no
4) Duende : duEn de
5) Huida : huI da
6) Pingüino : pin güI no
7) Cuídate : CuÍ da te
8) Estudiéis : es tu diÉis
9) Paraguay : pa ra guAy


En los casos anteriores se puede apreciar como las vocales fuertes atraen a las débiles, lo que confirma el postulado anterior. Incluso, para los casos 5, 6 y 7 también es válida la regla, a pesar de creer que son dos sonidos débiles (i,u) los que se están uniendo. Para entender este punto debemos recordar siempre la naturaleza acústica de este tema. En el nivel de la escritura tanto la “i” como la “u” son débiles o cerradas, pero en el nivel acústico de la pronunciación, esta igualdad se rompe, se quiebra, pues será una de las dos vocales quien presente un sonido superior. En los casos citados, será la “i” ese sonido superior; sonido al cual se unirá la “u” sin dudar. Recordemos, además, que la tildación en estos casos obedece exclusivamente a las reglas generales de acentuación, y no a la tan incomprendida tilde disolvente.

El hiato y la tilde disolvente

El hiato no es ajeno a la ley de la gravedad. Incluso, es el caso que revalida la regla. Dado que todo cuerpo inferior es atraído por un cuerpo superior, ¿qué pasaría si se encuentran dos cuerpos de igual nivel? Obviamente, no se atraerían, se opondrían. O por decirlo nuevamente, no podrían atraerse, permanecerían separados, se crearía una tensión que evitaría la unión. Esta última condición es la que importa en el hiato. Las vocales no se juntan. Las vocales permanecerán separadas.


Por ejemplo

1) Paola : pA O la
2) Leer : lE E
3) Tiito : tI I to
4) Zoológico : zO O ló gi co
5) Leandro : lE An dro
6) Grúa : GrÚ A
7) Tío : tÍ O

La tensión que genera cada una de las vocales evita la unión. La misma intensidad acústica provoca que permanezcan en sílabas distintas. Esta es la lógica del hiato: el respetar la ley de la gravedad, verbigracia de respetar la siguiente ley fundamental del silabeo: solo podrá existir un sonido superior por sílaba. O lo que es igual: solo existe un sonido vocálico fuerte (núcleo) por sílaba. En este contexto, la tilde disolvente más que una condición para separar es la marca que se pone a las vocales débiles después de la separación. No se coloca la tilde para separar, sino se coloca para advertir al lector que se ha separado o que debe separar al leer. Tanto en el ejemplo 6 y 7, la tilde indica que en la pronunciación se ha separado U – A o I – O, pues esas vocales débiles se han pronunciado con una intensidad idéntica a la de las vocales fuertes. Se deberá, entonces, aceptar la siguiente convención: cada vez que se pronuncie una vocal débil al nivel de las vocales fuertes se deberá no juntar (separar) y colocar tilde disolvente. Esta adquirió ese nombre pues disuelve el diptongo que existiría sin ella (rio: pretérito de reír - diptongo es diferente a río:sustantivo - hiato).


Oíais y reoíais: aplicación de los casos

Estos últimos casos no nos deben crear complicaciones si seguimos lo antes explicado. Solo podrá existir un núcleo por sílaba, ergo, un sonido fuerte. Los sonidos se atraerán o no se atraerán, es decir, unión o separación. Así, para resolver estos casos “complejos” establezcamos límites. Primero identifiquemos los sonidos fuertes en la pronunciación (en este momento usted debe pronunciarlos). Usted debe llegar a la conclusión que los sonidos fuertes son: en oíais, O I A; y en reoíais, E O I A. Estos sonidos se pronuncian con la misma intensidad, entonces serán capaces cada uno de ser núcleo de sílaba.

Oíais : O Í Ais
Reoíais : rE O Í Ais

En el final de estas dos palabras, se utiliza la ley en sí misma: el sonido débil i es atraído por el fuerte, a.


Conclusiones

1) El silabeo se rige por leyes de atracción. Los sonidos superiores atraerán a los inferiores. Serán inferiores, en primer lugar, las consonantes; y en segundo término, las vocales débiles. Los sonidos fuertes por excelencia serán las vocales fuertes o abiertas.

2) El diptongo y el triptongo se rigen bajo el principio de atracción, mientras que el hiato bajo el principio de no atracción.

3) El diptongo, el triptongo y el hiato son fenómenos acústicos. Todo análisis sin pronunciación mental o real podría llevar a un análisis erróneo. Por ejemplo, creer que en guitarra, quena, queso hay diptongo. O que en rey, ley o muy no existe por solo “ver” una vocal.

4) Este tema es vital para el tema de acentuación del cual hablaremos en un siguiente artículo.